Hacia un primer balance de las elecciones en Chubut…
La primera conclusión a repensar sobre las elecciones provinciales es evaluar porqué el gobernador Das Neves, mintió, perfectamente a sabiendas, acerca del porcentaje electoral recibido. Sobre las 21.15 del domingo Das Neves afirmó que estaban entre el 62 y el 63%, cuando en verdad no llegó al 56% de los votos “positivos”. Es obvio igual que fue una buena elección del Frente para
Das Neves bajó, en sólo un año y nueve meses, un 17% su caudal de votos, desde aquel 72% en su reelección (colectora del Provech mediante). Lo contundente del resultado actual entonces no es tanto el porcentaje logrado sino la carencia de una alternativa de oposición minimámente seria. El patético porcentaje del radicalismo, no llegando ni cerca del 20%, y los siguientes, todos por debajo de los dos dígitos, muestra que ninguna de las figuras de la oposición burguesa tiene algo serio para ofrecer al electorado. Solamente se salvan como elecciones buenas, dada el ínfimo presupuesto de sus campañas y el vacío mediático al que se vieron sometidos, son los porcentajes en torno al 3 y pico del MST y el PSA. Un número similar sacaron los votos nulos y los blancos, impulsados también por fuerzas de izquierda.
La victoria de Das Neves debe ser leída como un retroceso. Su proyecto político, basado en el ataque constante a todo opositor, en la represión a los luchadores, en las patotas que cuentan con la absoluta complicidad de la policía provincial (algo que los que vivimos en Trelew sufrimos día a día, y, especialmente, noche a noche en las calles de esta ciudad), tuvo un traspié, y Das Neves es consciente de esto.
Como decíamos al principio es muestra de eso la mentira flagrante en la que incurrió al dar el dato de un 62% (días antes había afirmado que se lanzaba como precandidato presidencial si superaba el 75%, después habló de un 60%), para instalar públicamente que no se había caído por abajo del porcentaje que todos sus acólitos alardeaban como el piso que superarían tranquilos en Trelew y al que llegarían en toda la provincia.
Por eso en la conferencia no se animó a lanzar su pre candidatura. De hecho fue sumamente cauteloso y solamente habló de una “proyección nacional” de su proyecto, algo que no significa nada cuando ya hace ocho meses se había lanzado en aquel acto en el barrio de
Varios gobernadores como el santiagueño Zamora (62%), el formoseño Insfrán (60%) y el sanjuanino Gioja (56%) superaron el porcentaje de Das Neves. Pero además los datos de Das Neves son mentirosos por doble partida ya que si el porcentual se calcula incorporando votos nulos y en blanco baja al 52% (un 10% por debajo del 62 anunciado…) y si se calcula sobre el total del padrón electoral llega apenas al 38,60%. El otro dato muy importante es que más de una cuarta parte del padrón no votó, yendo a las urnas solamente el 74% (250718 sobre 338548). Estos datos son reales pero seguramente no los veremos en la prensa oficial, encerrada en la censura comercial vía pautas oficiales y en la autocensura de los que no se animan a nada.
Todo lo dicho demuestra que, más allá de las palabras, la victoria del dasnevismo no fue ni tan contundente ni arrasadora como pretendían. Eso no implica que no siga siendo un gobierno fuerte, pero como todo gobierno empieza a mostrar fisuras a partir de las luchas y de la organización independiente de los trabajadores, los estudiantes y el pueblo. Estas elecciones muestran que hay un amplio espacio político por izquierda al dasnevismo, un espacio que no puede ser ocupado por ninguna de las alternativas de la burguesía y que será tarea de las organizaciones populares y revolucionarias generar un proyecto político amplio, obrero, popular y por el socialismo que logre canalizar toda la bronca y toda la oposición a este proyecto autoritario y saqueador.
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